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SRI LANKA
2003

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Sri Lanka

En 2003, un cliente me cuenta su viaje en el Sri Lanka y decidimos entonces ir por allá en diciembre. Tenemos un guía para la primera parte del viaje y acabaremos luego por nuestros propios medios.
Los habitantes son muy acogedores y la religión Budista da una impresión de serenidad, aunque el conflicto del norte es siempre de actualidad. Atravesamos paisajes espléndidos donde los arroceros de las tierras bajas dejan espacio a las plantaciones de tés de altitud. Los numerosos templos protegen religiosos y monos que viven gracias a los dones de los fieles.

Los elefantes forman parte de la vida del Srilanqués y hasta existe un orfanato que recoge los niños que serían condenados sin su madre.

En el parque de Yala observamos una multitud de animales salvajes pero no tendremos la posibilidad de ver los leopardos. En cambio, en el momento de un paseo sobre la playa desierta, hacemos un encuentro sorprendente con un elefante varonil salido de la selva. Los rangers de la reserva nos indicaron luego que es muy peligroso acercarse de un elefante salvaje que puede en cualquier momento cargarnos.

Persiguiendo nuestro viaje hacia el sur, las playas de cocoteros se nos ofrecen y sacamos provecho de la riqueza de los fondos marinos en el momento de una iniciación al buceo. La temperatura exterior es próxima de 40 ° y tomamos un refresco en el mar que es a 28°C. Los paisajes paradisiacos y los hoteles de lujo del sur casi hacen olvidar la pobreza de los habitantes que a pesar de eso nos invita a venir para comer en su casa.

Guardamos en memoria la imagen de las familias y de los niños de la región de Agalla y esperamos que hubieran sido salvado en el momento del tsunami de diciembre de 2004.